Definición
Un técnico versátil y multidisciplinario capaz de diagnosticar, reparar y mantener una amplia gama de electrodomésticos grandes (línea blanca) y dispositivos electrónicos más pequeños (línea marrón).
Cualificaciones y Habilidades
1.
Educación:
o Formación técnica en áreas como electricidad, electrónica, mecánica o cursos específicos en reparación de electrodomésticos y dispositivos electrónicos.
o Posibilidad de certificaciones adicionales que respalden sus habilidades en ambos campos.
2.
Conocimientos:
o Línea Blanca: Comprensión de sistemas de refrigeración, electricidad, fontanería, y principios mecánicos relacionados con máquinas lavadoras, secadoras, estufas, y refrigeradores.
o Línea Marrón: Conocimiento de circuitos electrónicos, tecnología de visualización (TV), audio, y componentes internos de dispositivos electrónicos, así como software y firmware.
3.
Habilidades Técnicas:
o Capacidad para realizar diagnósticos precisos de fallas en ambos tipos de aparatos.
o Destrezas en desensamblar, reparar y reensamblar dispositivos con precisión.
o Habilidad para manejar herramientas específicas de cada área, como herramientas eléctricas para línea blanca y herramientas de solderado y medición para línea marrón.
o Capacidad para identificar y solucionar problemas en componentes electrónicos y mecánicos.
4.
Habilidades Interpersonales:
o Buena comunicación verbal para explicar problemas y soluciones a los clientes de manera clara y comprensible.
o Empatía y orientación al cliente para establecer relaciones de confianza y asegurar la satisfacción del cliente.
o Capacidad para trabajar tanto de forma independiente como en colaboración con otros técnicos o en equipos de servicio.
Experiencia:
• Experiencia previa en ambos campos, con un historial comprobado de reparación exitosa de una variedad de aparatos tanto de línea blanca como de línea marrón.
• Familiaridad con las marcas y modelos populares, así como con los componentes más comunes y su funcionamiento.
Adaptabilidad y Actualización:
• Compromiso con la formación continua para mantenerse al día con las innovaciones tecnológicas en ambos campos y los nuevos modelos de productos.
• Flexibilidad para adaptarse a un entorno de trabajo dinámico y a las necesidades cambiantes de los clientes.